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El Dr. Modesto nos habla de la endometritis puerperal. La endometritis puerperal es una infección de la decidua tras el parto. Es una causa habitual de fiebre postparto, siendo de 10 a 30 veces más frecuente tras una cesárea. La mayoría de las veces se trata de una infección leve que ser resuelve con tratamiento antibiótico, sin embargo, en ocasiones, la infección puede extenderse y provocar peritonitis, abscesos intra-abdominales o sepsis.
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ETIOLOGÍA
Durante el trabajo de parto, se produce una colonización de la cavidad uterina, que normalmente es estéril, por parte de la flora cervico-vaginal endógena de la paciente. Lo que determinará que aparezca o no una infección posterior será la presencia de tejido desvitalizado o necrótico, la cantidad de bacterias que alcancen la decidua, la virulencia de los gérmenes colonizadores y los mecanismos de defensa del huésped.
FACTORES DE RIESGO
Como ya hemos mencionado, el parto por cesárea es el principal factor de riesgo a la hora de desarrollar una endometritis puerperal. Este riesgo es mucho más alto cuándo la cesárea se realiza una vez iniciado el trabajo de parto. Sin embargo, gracias al uso sistemático de antibióticos en la cesárea, este riesgo ha disminuido significativamente:
HALLAZGOS CLÍNICOS
Los signos y síntomas más frecuentes en la endometritis puerperal son: fiebre, dolor en hipocondrio, sensibilidad uterina y taquicardia. El útero puede estar blando o subinvolucionado, provocando un aumento del sangrado uterino. También pueden aparecer loquios malolientes, dolor de cabeza o malestar general.
DIAGNÓSTICO
Aunque los criterios diagnósticos varían en función de cada centro o región, es frecuente que se establezca el diagnóstico de endometritis puerperal ante la presencia de dos de los siguientes tres criterios:
– Fiebre mayor de 38ºC
– Dolor o sensibilidad uterina sin otra causa
– Loquios purulentos
También apoyan el diagnóstico la leucocitosis y la taquicardia, aunque son hallazgos más inespecíficos. La ecografía no es especialmente útil para establecer el diagnóstico, aunque puede ser útil para descartar otros procesos.
TRATAMIENTO
Los antibióticos orales pueden ser una opción aceptable en las pacientes con una endometritis leve, especialmente tras un parto vaginal. Sin embargo, como norma general utilizaremos antibióticos intravenosos de amplio espectro.
PREVENCIÓN
En la cesárea: La antibioterapia en la cesárea, ya sea programada o en trabajo de parto, ha demostrado una importante reducción del riesgo de endometritis puerperal. Aunque algunos autores propugnan la administración del antibiótico una vez clampado el cordón umbilical, para evitar exponer al recién nacido al antibiótico, la mayoría de las guías proponen iniciar la antibioterapia 30-60 minutos antes de empezar la cesárea.
ENDOMETRITIS CON SÍNDROME DEL SHOCK TÓXICO
Aunque son poco frecuentes, las infecciones por Clostridium, Estreptococo o Staphilococo pueden provocar Síndrome del shock tóxico u otras complicaciones graves, como la miometritis necrotizante. Estas entidades suelen asociar síntomas y signos graves rápidamente progresivos y pueden llegar a tener consecuencias fatales.
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